jueves, 21 de mayo de 2020

Espuma de mar

Hundía sus dedos en la arena, acariciaba con las yemas la sensación aterciopelada de cada grano y dibujaba formas sin maneras. Miraba el cielo y las estrellas sabiendo que estaban ahí solo para ella, su pelo mojado, lleno de salitre, enredado con las formas que el mar le dio minutos antes de tumbarse, a ver ese espectáculo lleno de vida. Oía el arrullo del mar y se le ocurrían tantas cosas, sabía que no podría compartirlas con nadie, realmente le daba igual. Miraba la inmensidad del infinito e invocaba.
—Buenas noches seres de Nimbus, Omega, Pandora, Némesis, Centurión, ... seres del Planeta Koldas. —
No siempre ésta balsa de sus naufragios, pareciera enfilar con calma hacia esa inconsciencia temporal que le desconecta y le repara. Tendida sobre la arena, se abandonó a la caricia de la corriente mansa y al susurro del sonido del mar. Continuará...

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lunes, 18 de mayo de 2020

Después de mi última cena


Como todos los días a esta hora y delante de la Xbox, me enfrento a ese vil pensamiento y tentado estoy de acabar con todo este tormento, invocaba mentalmente a las milicias de la oscuridad absoluta y el silencio máximo, pero ni siquiera esos seres se presentaban, solo aparecía la cabecilla de esas hordas con su moño bien trenzado, su cota de malla llamado delantal y esa herramienta que tenía pegada a la mano, espumadera le apodaba. Ese vil ser que se entera de todo o hace todo lo posible para saber la vida de los demás, con sus cotilleos y los asuntos personales de otras víctimas mortales. Solo ese ser estaba vigilante, expectante y hacía de esos últimos segundos una agonía.
Cuando descubrí quien era ella juro por mi vida que hasta ese momento creía en la existencia del alma, pero resulta cruel y lo que en realidad es tenido en cuenta es que la jefa de los ejércitos demoníacos era poco sutil. Mi cerebro terminó entrando en shock, dando lugar a que dicho suceso se fuera repitiendo noche tras noche en su mente una y otra vez. ¡No puedo evitarlo, el cerebro está en el estómago!
Me lancé al vacío siendo consciente de cuál iba a ser el final y sentí una cierta curiosidad por saber que ocurre tras morir, ¿esa era la constante de la humanidad no? Había algo cierto, era el pilar de múltiples creencias y por todo ser humano que se precie y respete es bien sabido que uno no puede resistirse a un snack de chocolate después de la cena.
Ahí estaba la arpía, la bruja de la oscuridad, del furtivismo, ¡Manolo, suelta el chocolate que cada vez estás más gordo! Esa era mi vuelta al mundo de las tinieblas.



sábado, 16 de mayo de 2020

Charcos


Estaba llena de inquietudes y a pesar de la oscuridad que en ocasiones sentía en su interior, siempre se las ingeniaba para pasar de largo por los charcos de su mente. Miraba su océano azul y pensaba en cuantos obstáculos tenía que sortear para llegar a su yo más profundo. El silencio era buena compañía y a veces, aunque doloroso, suponía un bálsamo para ordenar sus miedos. Era una mujer llena de fortaleza y su perseverancia era su estandarte, pero justo en ese instante no se sentía segura recorriendo los cristales de su alma.
Las palabras se confundían con el llanto y se dijo a sí misma, levántate y sigue hacia adelante.



viernes, 15 de mayo de 2020

Cartas de verano


Sentada en las piedras al pie de la arboleda, miraba las nubes mientras un viento amable apagaba mi miedo.
Un grito en silencio sangraba en mi garganta con la angustia de lo incierto. Las manos me sudaban mientras lo veía llegar y mis dedos jugando entre ellos se perdían en la intriga como las olas mueren en la orilla.
Sus ojos verdes aguamarina como el fondo del océano mi miraron y sentí paz. Un verano sin vernos y solo con la escritura de unas tímidas cartas me enfrentaba a la realidad del momento.
— Hola —
 Dijo él
— Hola —
Respondí yo.
Toda una conversación surgió en silencio en ese instante, me cogió de la mano y con un suspiro restablecí de nuevo todo mi universo.



jueves, 14 de mayo de 2020

Carta a mí yo de ayer


Hola Ruth, sé que te sueno de algo, siempre fuiste intuitiva y lo vas a seguir siendo fíate de tu intuición y no pienses que todo el mundo es bueno, ni que nadie merece una oportunidad a pesar de...
 No vayas de samaritana por la vida y no compadezcas tanto, eso te acarreará algún que otro disgusto y muchas situaciones que van a marcar tu vida para siempre.
Mira por ti no dejes de hacerlo por los demás, pero no te pongas al final de la lista, tienes esa mala costumbre.
Intenta sobrellevar esa nostalgia que te acompaña siempre, cuando la sientas, haz lo que más te gusta, escribe. (eso sí guarda copias, hazme caso)
Eres distinta y por eso te sientes distinta, no te empeñes en encajar en esos grupos porque no lo vas a conseguir, sigue siendo tu misma y quiérete un poco más, tienes más atención de la gente de lo que tú crees, sé fiel a ti misma.
Quiere a tus amigos, pero recuerda, cuando se quiere con pasión se lloran lágrimas de las que duelen.
Intenta que no maten esa parte de ti que tanto parece molestar a los demás, sigue siendo honesta y sincera lucha contra eso y sigue siendo impulsiva y apasionada, guste a los demás o no, ésa eres tú.
Dos cosas y atiéndeme que son primordiales, cuando le conozcas, haz lo que tengas que hacer y vete, no te importe volver a casa, ella te va a recibir con los brazos abiertos, vete y no mires atrás y cuando pasen unos años y cometas el mismo error, ahórrate todos esos años, vuelve a hacer lo que tengas que hacer y corre. Cuando llegue el momento seguro que sabrás a lo que me refiero. Intenta que no acaben contigo, es algo que no vas a recuperar y esa parte de ti siempre la vas a añorar. Recuerda, vete, corres el riesgo de que mutilen una parte de ti.
Le vas a encontrar, tal y como siempre le soñaste e incluso más de lo que pudiste imaginar y no te preocupes te vas a enamorar, ¡sí! enamorar. Sé que crees que nunca lo vas a hacer, pero si y perdidamente. (acuérdate de esto... #amistad) es lo que necesitas saber, por esa parte tranquila, la vida siempre te va a hacer un guiño.
No dejes tus sueños de lado, vete a por ellos, haz todo lo que quieres hacer, el momento es ahora, más tarde igual no llega ese momento.
Eres bonita y no estas gorda eso sí, cuídate o lo vas a lamentar siempre.
Un consejo, el día de la exposición en la escuela de arte, no dejes tu obra "al cojo" no te la va a devolver.
Comete la vida.
Alguien que te quiere, tu misma, yo misma.



miércoles, 13 de mayo de 2020

Fe


No los veo, pero siento a niños jugando, siento prados verdes y el rumor de las hojas al son del viento. Siento como dos ancianos están conversando en un banco mientras alimentan a las palomas, siento que hay unos amantes tumbados en el césped, haciéndose arrumacos en nombre del amor verdadero.
Me siento cansado y dejo de imaginar simplemente porque dejo de creer y dejo de creer porque he perdido la fe.  Me hallo solo en la oscura celda con la única compañía de un hueco en la pared y ya no siento.




martes, 12 de mayo de 2020

Cada día a la misma hora


Mi corazón se sobrecoge cada día a las 14:15.
Me asomo a la ventana y la observo, curioseo sus rizos anaranjados y sus ojos verdes, que hacen pequeños guiños involuntarios, su larga cabellera que acababa en su cintura dándole exotismo a su contorno asimétrico. Tan perfecta. Imagino su tono de voz, ¿qué entonación tendría? que haría falta para que entre palabra y palabra se mordiera el labio y después sonriera. Me decido y con mil pensamientos que al bajar las escaleras se transformaban en el último escalón, salgo dispuesto a dar un giro a mi todo. Veo como se sube al bus y por un instante se cruzaron nuestras miradas. Juraría que me sonrió. Vuelvo a casa y mi corazón se sobrecoge pensando en mañana a las 14:15.



viernes, 8 de mayo de 2020

Nubes de asfalto


Quietamente me alejo, tan quietamente como vine un día.
Diciendo adiós, la manga de mi voluntad ondea, pero no me llevo ni una sola nube, (por si vuelvo) ... Hasta mañana.





virgilio, Homero, Dante, reclamo venganza


Llámame epopeya, solo quiero cantarte en poema, que, aunque no pueda ser largo, por culpa de quien ya sabes, si será heroico, legendario y con dotes sobrenaturales. No digas que no entiendes mi prosa o que te enredas en mis versos, te aseguro narraciones trascendentales con héroes, guerras y viajes. Llámame epopeya y culpa a los sumerios. Quisiera darte, un cuento o una fábula, pero nací con carácter fuerte, así que te daré Ilíada y Odisea y entre 15.000 versos y 24 cantos saciaré tu ansia de leer largo y extenso, satisfaceré tu hambre de más de 10 renglones, recuerda lo que dice papá Homero... Cada hombre se deleita en el trabajo que más le conviene.



jueves, 7 de mayo de 2020

Mentira

La mejor forma de expresar la verdad es saber el valor de la mentira, pero al saberla solo te queda ignorar la realidad.

Confieso que he amado.

Amé al hombre por el cual escribo estas líneas en lo que parece que va a ser la nota de suicidio.
Confieso que he soñado, soñé que al final la eternidad no sería un valle sombrío y frío. Soñé con unos ojos, con una voz, con un ángel que estuvo a mi lado y por el que estuve dispuesta a que una parte de mi humanidad muriera para darle mi amor hasta el final de los tiempos. Porque yo, al igual que el guardián de Pilatos, vivo sin poder morir hasta el final de estos días y que lejos veía entonces ese final, cuando mi amado aún mortal, aún débil, estaba a mi lado. Y cuan cerca lo siento ahora que me lo han robado. Confieso que he perdido la esperanza, yo que pertenezco a ese inmenso árbol, cuya raíz fue Caín, he sido abandonada por esa pasión tan humana. Porque vi al origen de mi dicha, al hombre que amé alejarse de mi sombra protectora e imperecedera, en pos de unos brazos de su misma condición.

Y por último yo confieso que, incluso habiendo jurado sobre nuestro evangelio, que jamás me autodestruiría, desaparezco de este mundo conscientemente.
No temo la venganza del Padre, ni de ningún dios maléfico y vengativo lleno de cólera hacia mí por el acto impío que voy a cometer. No me asustan las posibles condenas que, puede que si, puede que no, me esperan en el más allá.
Y como incluso de las heridas más profundas el alma extrae una pequeña enseñanza, yo he aprendido que el amor es un arma de doble filo, puede crear y destruir felicidades, ideales e incluso personas a velocidades vertiginosas.

El amanecer se acera, lo oigo llegar, mi cuerpo se estremece porque dentro de apenas una hora estaré Dios sabe dónde.
¿Se me permite un último deseo?
Si pudiera tocar su piel y acariciar su largo cabello negro como el color de mi corazón dentro de esta armazón de piel, huesos y tristeza. El destino incierto que me espera sería menos doloroso si pudiera…
OH! No puede ser, mis ojos de vampiro no dan crédito a lo que veo a mi lado. ¡¿Eres tú?!
He alargado el brazo, pero justo en el momento en que iba a acariciarle se ha desvanecido en el aire. El corazón es desalmado incluso en los últimos momentos de vida.
Bien, ya ha llegado, el sol ha hecho acto de presencia en la estancia, desde donde escribo la penumbra me cobija.
Unas últimas palabras antes de situarme en el centro de esta habitación para que el astro rey haga su justicia sobre mí.
Lo siento, ya no hay palabras.

¿y que más me da que el mundo no gire en mi sentido?



El Caguetas

El otro día un colega del trabajo, recién llegado de España y que aún no sabe alemán, fue al baño de la empresa y se quedó encerrado, el pestillo de la puerta se rompió desde dentro.
Cada vez que alguien intentaba entrar para hacer sus necesidades, él pedía ayuda en inglés, pero la gente pasaba de todo y se iban a otro baño. Sí hombre si... Antonio "El Caguetas".

No me puedo quejar, no, no insistáis, no me puedo quejar. Soy Antonio el hijo de Francisco "El Pancilla” y Maribel "La Manchada” vecino del "Tío Filete” y su mujer " La Camiona"., dueños de la carnicería del pueblo.
Yo simplemente soy Antonio, el niño que se fue a estudiar de erasmus por el extranjero, el orgullo de una familia obrera española. -Antonio, el hijo de "El Pancilla" que fíjate tú lo han llamado para trabajar en Alemania-.
Ni una palabra de alemán sabía, pero me defiendo muy bien en inglés, el idioma internacional, el alemán ya lo iré pillando, se me dan bien los idiomas y no veía que fuese un gran impedimento. Relacionarme con los alemanes ya me latía de otra manera, esa fama de individualistas, fríos y exageradamente racionales distaba mucho del carácter andaluz de Cádiz, pero bueno ahí iba yo muy digno y convencido de poder torear ese Miura.
Soy técnico informático o si lo quieres decir más fino, desarrollador de software, y tengo 24 años, no está mal, nada mal, tengo un futuro excelente. Aquí soy Anthony, un chico prometedor y sofisticado con ese porte andaluz que solo nosotros sabemos llevar.
Fatídica mañana esa en mi segunda semana de trabajo, todo fluía de forma armónica y el idioma no suponía ese gran problema, aunque mi jefe me insistía en las clases de alemán. Todo controlado hasta que...
Sería ese maldito café alemán amargo o la falta de costumbre de desayunar como si de una merienda se tratara, curiosa costumbre que tenían por estos lares. Sentí un apretón y me entró un sudor frio de los de ... ui no, esto no es una falsa alarma.
Bueno mantengamos la calma, me dirigí al baño de la oficina. Ésta funcionaba con varios trabajadores Freelance lo que hacía que no hubiera aglomeraciones entre los pasillos, cosa que lamentaría, vaya que lo lamentaría.
Una vez dentro del baño y habiendo realizado el cometido que me llevó ahí, comenzó mi calvario y una sucesión de infortunios. No había suficiente papel, no funcionaba la cisterna y para más inri se rompió el cerrojo del baño desde dentro.
Help me! y no sé qué más pude decir después de media mañana ahí encerrado. Los intentos de personas por entrar me esperanzaban y me hacían pedir ayuda ya perdiendo poco a poco la dignidad y entrando en desesperación profunda. ¿Sería posible que nadie se diera por enterado? y ahí estaba yo... Antonio el niño de "El Pancilla" y "La Manchada" pretendiendo llegar a la tierra prometida y sentirse como en casa, huyendo de la España de los motes, llega a Alemania y la "caga".


miércoles, 6 de mayo de 2020

Soy mis recuerdos

Fuera llovía, cosa bastante habitual, yo sentada tomando un café de media tarde, soplando sobre la taza por el mero placer de ver el humo salir de ella y el contraste del gris de la calle con las gotas llenas de luz de las ventanas.
Momentos así solo dan lugar a evocar el tiempo vivido, te pierdes entre las gotas de lluvia y en ese momento comienzan los recuerdos.
Recuerdo la casa de mi abuela...

...Continuará

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La escaleta del Diablo

No soy de los que prefieren tirar de placebos y chutes momentáneos para mantenerse atento, cada vez me cuesta más asomarme al abismo de la realidad, acertar con el tejido de mi existencia.
Desde que tengo uso de razón recuerdo un odio innato hacia todo ser vivo, mi nombre es Gabriel y te voy a contar mi historia, no buscando tu comprensión, quiero que sientas más aún el terror de la muerte susurrándote al oído,
—Un poquito más, aún no.—

...Continuará.

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martes, 5 de mayo de 2020

El deseo de Morgan


Su pasión por ella crecía y se extendía en la distancia, como el rumor del viento atravesando los bosques, meciendo las hojas caídas del otoño y lóbrego como el murmullo del oleaje taciturno, con voz vetusta y arcana, la oscuridad iba tejiendo con hebras de azabache la bóveda celeste que se convertiría en su infortunio. 
Morgan se postra de rodillas ante la majestuosidad de Ailish, le toma la mano observando su mirada, dejándose naufragar en el interior de su océano, la besa con picardía, mientras el viento se arremolina peinando la hierba y desatando la tempestad y la magia. Acaricia el rostro de Ailish con liviana ternura, como la brisa de la mañana agitando sus largos cabellos.
De pie al borde del abismo, acantilados y salvaje oleaje ante él, la tibieza del sol le acuna y sus labios riegan su alma de versos.
—Ailish, déjame dibujar tu rostro en mis sueños, arder en tu fuego como ascuas en la hoguera del tiempo, méceme en tu marea hechizante, embaucadora como canto de sirena, embriagadora como el licor de mandrágora y fluye como la melancolía y la niebla, como cenizas, noche eterna, oscuridad que por dentro me llena y desborda. Húndeme en los albores del olvido, más allá de los lagos de la memoria donde vago errante buscándote en silencio—.
Morgan sonríe, y acaricia su cuello, serpenteando por su espalda como un torrente de aguas salvajes, le mira, y en su garza mirada se refleja el fulgor de la luna llena en declive hacia poniente, horizonte difuso, fundiendo el mar y el cielo en la lejanía. Ella juega con sus sentimientos, le mira con ojos pícaros regalándole una sonrisa y al mismo tiempo hace un mohín molesto como si simplemente él no encajara en sus pensamientos. Él seguirá perdido hasta que la sonrisa burlona del alba le encuentre deshecho en estrellas de plata, moribundo, vagando como luceros errantes atravesando la cúpula azabache, la mirada de ella le lanza danzas armónicas de fuegos fatuos. Los valles se teñirán de sombras, los campos se cubrirán de sombríos rostros y tenebrosas miradas agazapadas.
 Morgan se postra de rodillas ante ella, toma su mano y la besa suavemente mirándola en la profundidad de sus ojos. Juega con su lengua sobre su piel como el viento serpenteando a lo largo de los bosques, sube por su antebrazo, y derrama su pasión hasta encontrarse cerca de su pecho.
Con la luz tenue, un par de velas encendidas, recordando el tacto de su piel.
Amarla a ella era introducirte en el crepúsculo perpetuo, un invierno frio en el alma si no estas junto a ella para calmar su sed y sus anhelos. Morgan se arrodilla a los pies de Ailish rodeándola con manos de viento y miradas de luna de plata, crepitando como luceros argentes su mirada de fulgores incandescentes a sabiendas de que ella jamás le amará.



Océanos de reinos


En las profundidades del océano mental donde reino, no hay identidades, hay cavernas oscuras en mi alma. La vibración es la esencia de las ondas, la primera vez que me enamore todo empezó por una vibración.
Quizá estaba loca, pero al menos tuve un sueño y es que perdí el tiempo con lamentos, perdí el tiempo en pensamientos, perdí el tiempo en mirarme en el espejo básicamente porque allí no había nada. De nada sirve señalar el camino en la oscuridad, si no hay una luz que te permita visualizarlo y es que no quiero señalar el camino, quiero ser la luz. Clausuro mis reproches con un beso de mi dedo en mis labios, consigo el perdón clavando en mis pupilas mi mirada en ese frío espejo, cautivo mi piel con una suave caricia, en ese instante me siento amada. Negras horas repasan el calendario de mi amanecer, hojas amarillas caen del árbol de mis sentimientos, y mi espíritu late agónico, triste y cadavérico, como acabado, vacío. El viento susurrando su esencia entre las ramas que se enredan en mi ser, acariciando mis mejillas con el tacto sombrío del recuerdo, meciéndome en el letargo de tantos sueños llorando su ausencia.
Nunca sentí miedo y el miedo me lo arrebato todo, tendría que haberle respetado más y sentirlo, era la única forma de enfrentarme cara a cara con el amor, pero no lo hice.
¿Que son las pasiones? Ya no más, nunca más.





lunes, 4 de mayo de 2020

La Sinfonía de los Malditos


La mejor forma de expresar la verdad es saber el valor de la mentira, pero al saberla solo te queda ignorar la realidad. Ellos vivían una mentira de cara a la realidad de los humanos, pero como cada noche,
un cadáver que desaparece, una mujer es horriblemente asesinada, esos extraños seres pululan en las sombras. Una noche de pesadilla que tal vez es el preludio del fin, cuando la noche es tu amiga no temes nada. Ellos eran dos cuerpos sin alma que vagan en la oscuridad unidos por la sed de sangre y poseídos por una extraña lujuria en la cual pierden la noción de su realidad. Un mal oscuro impregna la cuidad, la luna tiñe de un rojo sepulcral los alrededores y los dos seres comparten víctima, juran entre tinieblas eterna lealtad, sellan el pacto con una orgia de sangre donde la agresividad y el vicio no dejan lugar a los vanos sentimientos humanos. El profundo sendero de la muerte es el más largo y el más oscuro, es el llanto de las tinieblas.



Cuando me busco y no me encuentro.


Como se te queda el cuerpo cuando recibes una mala contestación, un mal modo o sientes una hostilidad sin fundamento.
Eres una persona fuerte y segura de ti misma, no dejas que la vida te afecte y pones cada cosa en su lugar, pero, ¿qué pasa cuando llega ese momento de conflicto y te coge desprevenido?, te das cuenta que vas por la vida llena de escudos y que no puedes bajar la guardia porque quizás, no eres esa persona tan fuerte ni tan segura de sí misma, que la vida te afecta más de lo que quisieras y no entiendes por qué. Es en ese momento cuando la sombra de la sospecha de no creer en ti misma vuela sobre tu mente, cuestionas todo y te preguntas ¿pero qué clase de poder tienen esas palabras, si no los conozco? Es la falta de empatía lo que me deja de piedra, lo que me hace sentir que la humanidad no merece la pena, pero claro, es mi corazón dolorido quien habla. Esta vida consiste en caerse y levantarse y estoy dispuesta, acepto el reto, pero me cuesta tanto levantarme cuando no me he caído, cuando he sido empujada y no porque no sepa levantarme, es que la caída, por imprevista, duele más y recomponerte conlleva aceptar que no todo el mundo es bueno. Que ingenua.
Luego cuando piensas que tu corazón está más encogido de lo que debería y casi estas perdiendo la fe en la gente, aparece una sonrisa amable, una nueva oportunidad de empezar de nuevo, gente desinteresada que aboga por ti y tus intereses y empiezas a darle otra vez el valor a la vida que le corresponde, dejas la intensidad del sentir para otra ocasión y te planteas, que sería de mi si no tocara el cielo y la tierra. El mundo está lleno de buenas personas, si no las encuentras, intenta ser una de ellas.

domingo, 3 de mayo de 2020


Dentro del óvalo acordonado a tu cuello, descanso escuchando tu corazón, creyéndome morir por imaginar, que tal vez podrías no haber nacido.



Morir en Troya


Morir en Troya, recogiendo los últimos suspiros del Mar Egeo, se siente como sopla el viento augurando siglos de olvido. Muerte que seduce a la historia para así perdurar en la leyenda. Recordaba en injusta agonía los prados verdes y volví a soñar con la felicidad perdida de antaño. Morir en Troya, hojas amarillas caen del árbol de mis sentimientos y mi espíritu, late agónico, triste, vacío y el viento susurrando su esencia entre las ramas que se enredan en mi ser, acariciando mis mejillas con el tacto sombrío del recuerdo, meciéndome en el letargo, llorando la ausencia.



sábado, 2 de mayo de 2020

Mejor no despertar, paradojas de la vida.


—¡Vamos al campo, verás que bien lo vas a pasar! — Dijo mi madre.
No me preguntes como, un juego como el escondite se puede convertir en una pesadilla.
Ahí estaba yo escondida entre zarzas sin poder mover ni un pelo hacia ninguna dirección, mis calcetines enredados con las espinas del zarzal y sentada encima de un manto de ortigas, enredada, asustada, arañada y pensando que no hay nada más cruel que el campo para los niños y todo, porque no quise ensuciarme las manos haciendo tartas de barro con mis primos, quería lucir mi precioso vestido nuevo de flores campestres.
Me armo de valor, aprieto los dientes, me levanto aguantando el dolor y echo a correr, tropezando, cayendo y llorando.
Me despierto agitada y con horror quiero seguir durmiendo y no afrontar otro día en la vida real como profesora de la ESO.



Dedos de tinta



Tenía la seguridad de que era inútil derramar la tinta, cuándo cada hoja se llenaba de llanto marchito, esta pluma no razona ante el desconsuelo del bloqueo, eternos momentos de letras vagas que se fundían entre sombras de esta oscuridad mía.
El ambiente es tedioso y las palabras que salen de mi mente se me antojan aburridas, tamborileo con mis dedos negros de tinta de tantos libros que no he escrito, se agitan con el ansia de una idea nueva y una sonrisa esboza mi rostro que canta con intrínseca tristeza los designios que se agolpan en mi mente. De nuevo una lluvia silenciosa de palabras que me permitían redactar un cuento breve. Miro al cielo a través de la ventana de la oscura estancia y sonrío ante la certeza de que he vuelto a crear



viernes, 1 de mayo de 2020

Tratando de alcanzar esa estrella naciente

Déjame contarte una historia, una historia que tu mente nunca asimilará por más que te la repita, y, aun así, deberás creerla no porque te la cuente yo, sino porque así estarás preparado para los momentos que vendrán a continuación.
Un halo de claridad se reflejó en un horizonte que reconoció, pero ubicado en un espacio que no era el suyo, poco a poco la oscuridad fue dando paso a una luz intensa y pudo ver todo mejor. Se sintió menos pesado, más vacío, miró hacia abajo y con cierto estupor reconoció esa madera en forma de piernas, unos brazos donde antes había ramas y finalmente, viendo su reflejo en la ventana pudo comprobar con claridad cristalina su forma alargada, cierta tendencia al desgarbo, pantalones verdes y sombrero puntiagudo de tirolés.
Se llamaba Olmo y en su larga vida, siempre presumió ser un precioso y respetable árbol, que en su madurez pudo adquirir un aspecto tortuoso y retorcido, aunque majestuoso. Era un árbol noble por excelencia... Continuará




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Entendiendo lo que tiendo

Te miraba mientras brotabas, danzabas al son de baladas, me calabas y mis instintos aguabas mientras señalabas las trabas, mientras yo en medio de candores y sudores, asumía con horrores mis errores, veía como me señalabas sus colores. Me sentí rastrero por mi imagen de cirquero de buen agüero, arriero y desembocadero de tus encantos frente al tendedero. Asumí que deseabas un momento dulzón y con cara de bobalicón me acerqué a tu lado y tus ojos almendrados me dijeron. Eres mi amado y más lo serás si tiendes la ropa que está a tu lado.



Mi libro: ¿Te cuento una historia?

Hola familia lectora y escritora, aprovecho esta plataforma para publicitarme con mucha ilusión por mi nuevo libro.
Es un libro de relatos cortos, si en alguna ocasión has leído algo mío en este medio y le has dado un like, anímate y hazte con un ejemplar de mi obra, seguro que no te arrepentirás.

Una buhardilla, muchos trastos sin utilidad y un mini mundo por descubrir. Un viaje a Grecia, intenso, vivido al máximo que nunca sucedió. Un fin del mundo como otro cualquiera. Amores que no se expresan y musas que hablan. Una niña hindú y sus galletas verdes. Dos elfos y una polichinela. Cedros, piratas, alemanes y judíos, el diablo y la espuma del mar... ¿te cuento una historia?




Newton, el paquete y el obrero

Hay días que ¿para qué levantarse de la cama?, pero aun así por inercia humana, obvías a los planetas que se alinean en tu contra y te levantas. ¿Qué tienen de especiales los días?, son todos iguales unos y otros, pero no amigos no, hay un día negro en todo calendario y ese en concreto, tenía en su Death Note mi nombre.
Me levanté recordando con pereza y un miedo irracional que a fecha de hoy me tocaba hacerme una prueba, según internet, mal aliado en causas médicas gráficas el cual me había manifestado sin ninguna clase de compasión en qué consistía dicha prueba. Fundamentalmente iban a meterme una aguja del tamaño de una lanza y a extraerme sangre de una arteria situada en la muñeca y todo para medir el grado de acidez o alcalinidad en el organismo, malditos ácidos.
Comencé el día con un fuerte dolor de cabeza por los nervios y mi poca valentía.
Cuando llegué al Hospital la enfermera que tenía ese ramalazo de casa del terror, esperaba con una sonrisa de oreja a oreja, me mandó a sentarme y cogiendo mi mano, pinchó en un dedo sacando sangre del mismo e introduciéndola en un tubito del tamaño del espíritu de la golosina.
- ¡Listo! -, me dijo y yo con cara de pez pensé... ¡maldito internet!
Con lo sucedido hasta ahora ya tenía completo el cupo de ese día, a pesar de ser las once y media de la mañana, daba por terminada esa jornada, pero no fue así.
Dicen que todo lo que sube baja, el gran Aristóteles pensaba que era la naturaleza de las cosas subir o bajar y Newton que la gravedad es una fuerza instantánea y en este meollo gravitatorio también tuvieron algo que decir Copérnico, Galileo y otros, pero el obrero que trabaja en el cuarto discierne categóricamente. Todo comenzó así.
Me tocan en el timbre de casa y mi cartera me dice...
-Ramona, tienes un paquete, te lo envío en el ascensor.
Yo pienso... -madre mía como está el servicio, vivo en el primer piso, son cuatro escalones, pero con el día que tuve, me dejé llevar por la pereza compartida.
Y ahí me veía yo delante de la puerta del ascensor esperando a que parara en mi piso, pero el destino tiene sus propios planes y a pesar de estar picando en el botón del ascensor, éste decidió subir al cuarto. Tarareando espero el paquete que yo quiero, me miraba el dedo y la sombra del pinchazo y pensaba, eres una exagerada y entre pensamiento y pensamiento el ascensor paró en mi piso, abro la puerta y aquí comienza el intríngulis de mi historia.
Dicen que todo lo que sube baja, pero a veces los duendes, brujas y obreros meten mano y hacen que esa realidad tan sencilla de principio de gravedad no exista... algo chungo se cuece en el cuarto piso.
Abro la puerta del ascensor y veo a un obrero con su carretilla,
-Disculpe caballero, hay un paquete en el suelo que me envió la cartera ahora mismo.
-No señora, aquí no hay nada,
-Como que no, salga usted del ascensor y déjeme mirar.
La cartera que oye la conversación sube al primer piso
-El obrero: - Se habrá caído por el hueco del ascensor.
-La Cartera: ¡pero si no cabía!
Yo Flipando
Bueno, pero el paquete no puede haber desaparecido.
-El obrero: regístreme usted si quiere, ahí no había paquete.
La cartera con su cara desencajada.
Subo con el obrero al cuarto piso por si de alguna forma contorsionista poco probable pero no imposible por esto de los caprichos del destino, le había dado una patada al entrar al ascensor. En el cuarto piso no había nada y el obrero me dijo, -Entre usted en la casa y registre si quiere-.
Yo tentada, pero disimulando le dije... ¡no hombre, como voy a hacer eso!
Bajo y la cartera que no sabía dónde meterse me dice que me paga el importe del paquete porque ya lo tiene registrado como entregado, el obrero que sigue a su rollo y yo que no doy crédito a nada.
Entro en mi casa con una sensación terrible de que me han tomado el pelo. A los pocos minutos me tocan en el timbre y pensé, - ¡Por fin! seguro que apareció el paquete, por qué ... ¿qué raro todo?, ¿no?
Pues no, era el obrero y me dijo,
-Señora vamos a abrir la puerta del ascensor a ver si se ha caído por el hueco, porque estoy intranquilo.
Y yo pensando, ¿qué hace éste con llave de seguridad del ascensor?, pero bueno venga, vamos.
El hombre que empieza a manipular el ascensor, yo... -Caballero creo que así no es-, él venga que dale; el ascensor se rompe.
En esto que llega la vecina del cuarto, una señora octogenaria medio ciega y con su carrito de compra a cuestas, yo en plan trágame tierra, llamo a los de averías del ascensor y les insto a que vengan rápido porque, esa señora tiene que subir a su casa, cuando me doy la vuelta para hablar con el obrero, éste ha desaparecido y no ha subido las escaleras porque yo estoy situada en ellas. El cuadro fue el siguiente, mi marido subiendo el carro de compra de la vecina al cuarto y yo buscando al obrero. Pues nada volví a casa desalentada y pensando, ¿¿¿pero qué carajo???
Llega el de las averías a la hora y media y le digo, mire usted en el hueco del ascensor a ver si se ha caído un paquete que no aparece, le cuento brevemente lo ocurrido y me dice, señora lo siento, pero, blanco y en botella, ya sabe usted quien tiene ese paquete, en el hueco del ascensor no había nada.
En ese instante llega el obrero que parece ser, se había ido a comer y le explico, -caballero en el hueco del ascensor no está el paquete y el ascensor fue del bajo al cuarto directamente sin pasar por más pisos ni por más vecinos, del cuarto bajó a mi piso y paquete desaparecido, haga usted el favor de devolverme mi paquete. -
A lo que el tipo me contesta, tome usted las medidas que tenga que tomar que después tomaré yo las mías, ojiplática me quedé, empecé a encenderme y mi marido me agarró y me dijo, Ramona déjalo y da el paquete por perdido.
Y así acabó mi día, uno de esos que bien podrían haber sido un kit kat en una realidad alternativa.  Ya por la noche y más tranquila no paro de darle a la cabeza pensando cuando ese obrero abra el paquete y descubra que lo que hay dentro es un maquillaje chino que hace desaparecer las arrugas, igual busca alternativas Obrero de día y Drag de noche, venga Ramona no seas mala, a dormir.